«Todas las familias deben aplicar técnicas de empresa y trabajar en equipo para que ese hogar funcione».
Entrevista con Sylvia Camuñas, una de las autoras de «Ocho claves para una convivencia feliz. Disfruta de la vida aprendiendo a organizarte».
¿Qué pasaría si gestionamos la familia como un negocio? Esa es la propuesta de la obra de Claire Mazoyer y las líneas maestras que ha seguido el equipo de Home Management, formado por Sylvia Camuñas, Mª Isabel Marco y Conchita Antón, a la hora de escribir el libro «Ocho claves para una convivencia feliz. Disfruta de la vida aprendiendo a organizarte». «Qué duda cabe que una buena dirección y administración ayudan a conseguir objetivos…. ¿Por qué no usar las mismas tácticas en nuestro hogar?», se pregunta Sylvia Camuñas.
Tener un objetivo
La clave es tener claro, explica estas experta en organización familiar, que como toda empresa, la familia debe tener un objeto fundamental a la hora de desarrollar su estructura interna: trabajar en equipo para conseguir el máximo de eficiencia gastando el menor tiempo y recursos posibles para conseguir maximizar el beneficio.
Y en esa ecuación hogareña, apunta Camuñas, «entran el tiempo, el orden, tanto de la casa, como de los documentos familiares, el presupuesto y, por qué no, la limpieza…». El concepto de hogar según Mazoyer, recuerda, «se sustenta en tres pilares: personas, familia y espacio que comparten y las acoge. El concepto de Home Management es conseguir el bienestar de los miembros de la familia, organizando los recursos y distribuyendo las tareas».
¿A qué tipo de lectores va dirigido este libro?
Principalmente va destinado a familias, pero también a todos los que conviven. La gente hoy se casa muy tarde, y antes comparten piso de estudiantes con gente que no conocen. Convivas con quien convivas, todos tienen que organizarse, crear un proyecto, un ambiente de hogar… Y se puede aprender. Lo otro es estar de paso, algo muy impersonal.
¿Cuál es la primera reflexión que ayuda a hacer este libro?
Es fundamental hacer una reflexión sobre tus prioridades vitales como la que se indica en el primer capítulo, tanto a nivel profesional como al familiar. Parece obvio pero no lo es. Todos debemos preguntarnos en algún momento qué significa para nosotros el trabajo, qué es para nosotros el hogar, o el tiempo libre. Y cuánto tiempo destinamos a cada una de estas áreas vitales.
Hay muchos libros sobre orden, sobre presupuestos para llegar a fin de mes… pero lo que nos diferencia a nosotros es esta reflexión y la importancia que tiene para una familia el orden o la prioridad que damos a estas tres variables.
Tener un plan
Formar una familia desde el punto de vista de la gestión, tiene mucha relación con crear una empresa, dicen ustedes en su libro. ¿Es fundamental establecer sobre el papel un plan de negocio?
Lo que hay que hacer es visualizar dónde queremos estar y hacer como el famoso modelo de negocio «Canvas» para las empresas. ¿Cuál es tu misión? ¿cuál es tu objetivo? Tienes que pararte a pensar cómo vas a proyectar tu vida hacia el futuro. Solo teniendo esos objetivos claros en tu cabeza podrás llegar a buen puerto. De la otra forma, lo que haces es basar tu vida en ir saltando obstáculos o reaccionando a estímulos interiores.
En nuestro libro se habla de las familias proactivas, que son las que actúan en función de los proyectos, basados en principios, valores y objetivos. En el otro extremo están las reactivas, que son las que van reaccionando a los estímulos exteriores. Esto te lleva al fracaso, porque vas un poco a la deriva. Es como el que no establece un rumbo cuando va a navegar.
¿Muchos proyectos familiares fracasan precisamente por eso, por no tener establecido o hablado un proyecto familiar, un plan de vuelo como los aviones?
Es que no tener proyecto te lleva a una vivencia de lo inmediato. No se consigue una felicidad plena. Disfruta de la vida aprende a organizarte y disfruta consiguiendo objetivos, no llegando a las cosas porque ́sí, sino con un fin que es la misión.
Ustedes hablan de la importancia de la organización del hogar. ¿Cuál es la clave para «atacar» este proceso?
Nosotros les ayudamos con lo que nosotros llamamos «ejercicio del sol». Se tienen que sentar los «home managers» (el matrimonio o todos aquellos que compartan piso) y hacer listas de todo lo que conlleva llevar una casa: la contabilidad, los seguros, quién lleva a los niños al colegio, a las citas médicas… Cada uno dibuja su sol y escribe lo que realmente hace, lo que no está funcionando, lo que no se llega a poder hacer, lo que a uno le gustaría poder delegar, lo que queda de tiempo libre… En ese ejercicio sale a relucir todo el trabajo que hace cada uno y que no está bien distribuido del todo. Porque ser más eficaces no es hacer más cosas y cargarte la casa a los hombros, es que la casa funcione y tener tiempo para disfrutar de la familia o de tiempo para uno mismo.
Reparto de tareas
¿Cómo aconsejan desde Home Management repartir las tareas de casa?
Aquí podemos volver a usar el símil de la empresa: todos los miembros deben tener claro que forman parte de esa Sociedad Limitada y poner parte de su trabajo para que esa sociedad funcione. Debemos pararnos a pensar en cómo gestionar la familia como una empresa participativa y lograr dividendos: si la casa funciona y todo el mundo está contento tendremos dividendos, es el tiempo para disfrutar juntos.
Un truco para organizar el hogar que aconsejan es tener las agendas compartidas.
Más bien el calendario. Tenerlo en digital y que todo el mundo tenga acceso es la mejor manera de delegar. Y si no es compartido en Google calendar o en una aplicación del móvil, bien visible en algún lugar de la casa, en un corcho… Es el HOME GPS, el resumen, a largo plazo. Hay que hacerlo despacito, bien pensado, pero para que pueda ir modificándose. Allí está incluido lo que hace cada uno, más o menos las listas de la compra… Luego hay un calendario perpetuo, donde debemos apuntar las fechas de renovación de seguros, pago de impuestos, de las facturas…
Guarda el orden y el orden te guardará a ti
También es importante organizar el orden de la casa. Ustedes recomiendan hacer poco a poco un orden en profundidad, por categorías, empezar por la ropa. por zonas,ordenar armario sartenes, tuppers, fuentes de horno…
Hay dos claves en este capítulo. Una es la importancia del equilibrio entre el orden y el desorden. Nuestra casa no tiene que ser una casa de revista, tiene que ser una casa vivida. Lo importante no es que esté ordenada siempre sino que haya un equilibrio. La segunda clave es crear hábitos y ponerse objetivos alcanzables. Podemos empezar por ponernos un tiempo limitado para hacer un orden de algo ( un cajón o una balda de la cocina, un archivador, una estantería del dormitorio…), y saber que en ese tiempo lo vas a terminar. Es decir, hay que ponerse un objetivo de orden que no sea excesivamente elevado, e ir poco a poco, con el método de los pequeños pasos: objetivos muy pequeñitos, siempre en tiempos de 5 minutos, pero todos los días. Así es posible que tu casa avance en el orden. Otro truco bueno es tener un sitio para cada cosa. Un ejemplo típico de algo que suele cambiar de lugar son los mandos de la TV, que suelen rotar mucho. Hay que asignar un lugar definitivo a cada objeto.
¿Qué pasa con los papeles de las familias, que cuesta tanto ordenar?
La organización administrativa, el procesamiento de documentos y archivo familiar es verdad que suele ser un tema escabroso. Es un orden que no salta a la vista y, sin embargo, facilita la vida brutalmente. También es importante que todos los miembros de la familia sepan donde están los documentos que se van a utilizar en un momento dado (libro de familia, pasaportes, escritura de compra-venta de la casa, copias de DNIs… por poner algunos ejemplos). A esto aconsejaría hacerle frente conjuntamente. Buscar una mañana para sentarse y atacar. Y si se puede, escanear y digitalizar ese archivo para compartir si es necesario.
Los apuros económicos suelen ser otra fuente habitual de conflictos en el hogar familiar. ¿Cuál es el consejo de Home Management en este sentido?
El dinero siempre fluctúa, hay épocas buenas, otras malas… Es más el estrés y los conflictos de no saber en qué se te va el dinero, que el tener poco dinero. Esto disminiuye mucho si puedes prevenir porque tienes un presupuesto y sabes los gastos que te van a venir o el dinero con el que cuentas… Es bueno saber si tu hogar gana o pierde dinero. Cuáles son las principales partidas de gastos, qué gastos extraordinarios se pueden presentar, cómo puedes ahorrar…
Pero es importante educar a los hijos en este asunto también. El transmitir que los sueldos no salen de las plantas. Que es un bien que hay que administrar pero dándole su justo valor. Nos tiene que permitir cubrir nuestras necesidades primordiales, de alimentación, de tener una casa digna, pero no el dispendio. Hay que aprender a disfrutar de lo que se tiene.
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