Enrique Valenzuela, psicólogo del Instituto Aster, interviene en el Magazine Cultural y de actualidad en las mañanas de esRadio Granada, “Es la Mañana de Granada”, presentado por Sergio Mesa.
En esta ocasión, repasa brevemente algunos trastornos de la personalidad y explica con más detenimiento el trastorno límite de la personalidad, el trastorno histriónico y el trastorno narcisista.
IMPORTANTE: el teléfono actual de contacto con el Instituto Aster es el 635 493 372
¿Qué ha supuesto la pandemia en el plano psicólogico?
En situaciones excepcionales, de informaciones alarmantes y con frecuencia contradictorias, una parte de la población se abandona a la desesperanza y otra se rebela. No se ven más trastornos depresivos o ansiosos; pero sí una sintomatología, un mayor malestar, una mayor insatisfacción, una gran incertidumbre, y dos estilos de afrontar todo esto, que van desde la línea pasivo-resignación a la de rebeldía.
Los trastornos de personalidad
Son relativamente frecuentes, se estima que afectan a entre el 1 y el 4-5% de la población, lo que, en el tramo superior, los convierte en un fenómeno significativo. Merecen atención porque pueden causar mucho sufrimirnto a las personas que los padecen y a las que tienen alrededor, con las que conviven, en mayor o menor medida según el trastorno específico de que se trate.
Conocer sus rasgos puede ayudar a identificar estos cuadros en el entorno familiar, laboral, social o en uno mismo. Ponerles nombre ayuda a tener mayor control sobre ellos. No son una enfermedad porque no limitan la libertad total de la persona. Son una tendencia muy acusada de cpomportamiento que deja margen de libertad, de voluntariedad, una pequeña ventanita de cambio.
Algunos trastornos a los que se han referido en programas anteriores
Trastorno paranoide Se manifiesta en un caracter suspicaz y desconfiaado
Trastorno esquizoide: a estas personas no les interesan las relaciones sociales. Son más bien frías, solitarias, urañas.
Trastorno esquizotípico: el que lo sufre se percibe como alguien extraño, raro, extravagante, inusual.
Trastorno anti social: los que lo padecen son personas un tanto agresivas, tienden a querer hacer prevalecer sus derechos sobre los de los demás, sin importarles las consecuencias de sus conductas. Son impulsivos, egoístas; a menudo caen en conductas delictivas: entre la población reclusa puede haber muchas personas con este trastorno.
Trastornos comentados nmás extensamente
Trastorno límite de la personalidad
Está sobre diagnosticado, parece una moda diagnóstica, cosa que ocurre de vez en cuando.Se caracteriza sobre todo por una gran inestabilidad emocional, es un patrón general de inestabilidad en las relaciones interpersonales, en la imagen que se tiene de uno mismo, en la afectividad. Son personas que presentan también una notable impulsividad. Esta inestabilidad puede confundirse con el trastorno bipolar; pero no lo es, porque el bipolar es una enfermedad emocional del estado de ánimos, cuyas conductas son más exageradas y llamativas, con fases prolongadas.
El trastorno límite es una sensación de que nada está bien agarrado dentro de uno mismo, que todo es poroso y se bambolea. Estas personas tienen episodios de ira intensa y comportamientos explosivos, tienen reacciones exageradas, dramáticas, suelen tener una sensación de vacío crónica y profunda, suelen reaccionar mal a la sensación de abandono, real, imaginada o anticipada. Tienen dificultades para las relaciones interpersonales. Son propensas a caer en adicciones, en el consumo de drogas. Pueden llegar a pensamientos e incluso comportamientos autolíticos (suicidio).
Estos cuadros pùeden deberse a determinadas situaciones personales y circunstanciales pasajeras, por el momento evolutivo -en la adolescencia, por ejemplo-, por una situación personal momentánea o por el tipo de vida que llevamos en las sociedades moderna, sin llegar a constituir un trastorno. Cuando hay un cuadro de personalidad instaurado, suele ser crónico y el tratamiento requiere mucho tiempo de aplicación.
Trastorno histriónico (histeria)
Se caracteriza por un pstrón generalizado de emocionalidad y búsqueda de atenciones. Son personas muy tetrales -existe en Granada una compañía de tatro que se llama Histrión Teatro*-, volubles emocionalmente, , muy seductores, exgerados y caprichosos en sus comportamientos. Valoran sus relaciones con los demás como más íntimas de lo que son en realidad, perciben en el otro un grado de amistad, de cercanía, de afinidad del que hay. Les encanta llamar la atención, trasmitir una emotividad muy exagerada.
La histeria viene del griego histeros, «útero», por eso se ha asociado desde los inicios de la psicología con la mujere; pero consta en la práctica médica que se da por igual en hombres y mujeres: es una asociación antigua, errónea, ya superada por no ser real.
Trastorno narcisista
Se caracteriza por un patrón que entraña una especie de grandiosidad en la imaginación o en el comportamiento. Las personas que lo sufreen tienen una necesidad exagerada de admiración y una falta de capacidad empática; son muy hegocéntricas, siempre mirándose a sí mismas, incapaces de salir de ellas. Son muy sensibles a la crítica o a la evaluación por parte de los demás. Creen tener excesivos derechos y tienden a explotar a los otros. Se consideran el centro del universo y que merecen que se los atienda, obedezca y se haga lo que ellos quieren o esperan del resto de los mortales. Suelen negar por completo sus errores personales, tienen la firme convicción de que son los demás los que tienen que cambiar.
El choque con la realidad les sienta muy mal y entran con facilidad en sentimientos de tristeza y desesperación; pero su propio trastorno les sirve de mecanismo de defensa, por su tendencia a negar la realidad que nos les gusta, y así se recuperan enseguida del bajón.
Nuestra sociedad crea narcisistas
Un reciente estudio que investigaba la sintomatología narcisista, el auto concepto y el estado anímico entre niños y adolescentes, observó que los rasgos narcisistas están más acentuados que en generaciones anteriores, con una autoestima muy exagerada; pero relacionada con la sintomatología de la depresiva. Esto es contradictorio, porque cómo puede deprimirse una persona que se cree la pera limonera: es como si fallara el mecanismo de defensa del narcisiista al que nos hemos referido antes.
Se debe a que se trata de una autoestima prestada, inflada desde fuera por una sociedad que nos dice a todos, niños, adolescente y adultos, que somos los mejores, que qué bien lo hacemos, que lo merecemos todo; pero luego, como no tenemos espíritu de sacrificio, de conquistar esa autoestima, de mirar hacia atrás y ver lo que hemos conseguido con nuestras propias fuerzas, la realidad nos desmiente. Hay un mayor pseudo narcisismo que no tiene base sólida en nuestro recorrido bioográfico.
Imagen de Gerd Altmann en Pixabay
*Nota del editor