Comunicarse para conocerse
La comunicación personal entre los esposos lleva al conocimiento mutuo, fundamento de una relación duradera y estable.
Chico conoce a chica. O chica conoce a chico. Así arrancan muchas historias reales, y los esquemas de guiones de películas o novelas.
El orden de los factores no altera el producto: dos desconocidos empiezan a conocerse, inician una relación a partir de un atractivo inicial, que va fortaleciéndose y enriqueciéndose con el conocimiento mutuo: ¿de dónde eres?, ¿qué cosas te gustan?, ¿qué personas, ideas, ilusiones pueblan tu mundo? Lo que siempre se ha llamado «salir juntos», o ya más formalmente noviazgo, consiste en ir descubriendo lo que hay de común o complementario entre dos personas, con el objetivo natural de comprobar si este acervo es suficiente para fundamentar un proyecto de vida en común.
El peligro de la rutina
Ocurre a veces que una vez casados, chico y chica dejen de compartir sus cosas personales para ocuparse solo de las comunes, como el hogar y la familia. Dejan de hablar de sus sentimientos, de sus trabajos fuera de casa, de todo lo que no comparten directamente con el otro. Con las ocupaciones, la conversación se empobrece y el conocimiento se reduce. Al final, son dos desconocidos que se ocupan de algunas cosas comunes con las rutinas establecidads para sobrevivirlas.
En este vídeo, Javier Callejón y Lola de Lara aplican su habitual humor, un tanto corrosivo, para ilustrar esta situación, muy frecuente, de la que muchas parejas no se dan cuenta, que erosiona progresivamente su relación, hasta que salta en pedazos, rota por la sequedad.
Las personas tenemos una riqueza insondable, por eso nunca las conocemos del todo. Además, durante la vida vamos enriqueciéndonos con matices, aspectos nuevos desarrollados al calor de las nuevas circunstancias (trabajo profesional, amistades, hijos, enfermedades, experiencias…), en un proceso de maduración personal, que debe ir acompañado de un continuo conocer y darnos a conocer. Por esto, el tiempo dedicado en exclusividad a la pareja, a seguir conociéndose, es importantísimo, debe ser la prioridad, y no sale solo, hay que provocarlo, mimarlo, desearlo y disfrutarlo. Todas las demás cosas buenas vendrán como fruto de esta comunicación y conocimiento.
Del enamoramiento al amor
La ayuda profesional es clave para aprender a comunicarse y, así, conocerse cada día más y mejor. Y cuando percibimos que esa comunicación no fluye, cuando nos parece que aquélla chica o aquél chico que empezamos a conocer hacer años se va conviertiendo en un desconocido, acudir a la terapia de pareja se hace urgente, porque con esa ayuda, podemos volver a aquellos comienzos, convertir aquél enamoramiento en amor fecundo y duradero.
Libro recomendado: … y fueron felices.